No tuvo respuestas para mis dudas o temores;
Pero pudo escucharme y buscarlas junto a mi.
Pero cuando la necesite estuvo junto a mi.
Solamente pudo ofrecerme su mano para que me sujetara y no cayera.
Pero disfruto sinceramente cuando me vio feliz.
Se limito a apoyarme, a estimularme y ayudarme si lo pedía.
Pero si me ofreció el espacio necesario para crecer.
No pudo evitar mis sufrimientos cuando alguna pena me partió el corazón;
Pero pudo llorar conmigo y recogió los pedazos para armarlo de nuevo.
Solo pudo quererme como era y ser mi amiga.
Andrés Henestroza
1 comentario:
Una de las cosas más hermosas que he leido, maravillosas mujeres nuestras madres. La mejor sin duda es la que uno tiene o no?
Publicar un comentario